Fuente: Keyland SdG

Entrevistamos a Virginia Ibáñez, talento senior que ha sido y sigue siendo un pilar de nuestra organización desde hace años. Virginia, Business Unit Manager de Base Instalada, comparte sus aprendizajes y nos ofrece una visión sobre cómo ha evolucionado su carrera dentro de nuestra empresa

¿Cómo fueron tus inicios en el mundo tecnológico?

Desde pequeña me gustaba mucho la informática y tenía claro que quería desarrollar mis estudios y carrera profesional en este campo. En 2º de Bachillerato nos mudamos mi familia y yo desde Aranda de Duero a Palencia, y cuando me tocó iniciar mi etapa universitaria, mi primera solicitud de estudios fue para incorporarme en la Escuela Técnica de Informática de Gestión de Burgos. Al principio no me aceptaron y me inscribí entonces en la de Valladolid. Aunque finalmente me cogieron en Burgos, así que me fui a vivir allí. En Burgos, conocí a mi actual pareja, padre de mis hijas, y como el amor mueve montañas, resulta que llevo ya aquí más años que en cualquier otro lado.

Una vez finalizada tu carrera, ¿cómo te incorporaste al mundo profesional?

Justo al finalizar mis estudios, me contrató Centro de Servicios Avanzados, empresa cuya actividad es el desarrollo de aplicaciones software. Trabajaba en un departamento que daba servicio a una empresa de Madrid que se dedicaba a actividades en Bolsa y se llamaba Interdin. Eran temas muy financieros a la hora del análisis funcional y había que desarrollar fórmulas super específicas para todos estos temas de trading. Era mi cliente más importante, pero también realizamos desarrollos para el Ministerio de Defensa.

Estuve casi 2 años en esta empresa hasta que un compañero que se había venido a Keyland hacía unos meses, nos comentó que estaban allí contratando muchos desarrolladores. En ese momento Keyland contaba con apenas 2 años de vida, y efectivamente estaba viviendo un crecimiento increíble. Pasé las entrevistas satisfactoriamente, y me vine para acá.

¿Cómo fueron tus primeros años en Keyland?

Pues fue fantástico porque la empresa no paraba de crecer y eso generaba un ambiente de lo más dinámico y alegre. Recuerdo una anécdota, y es que hasta tuvieron que tirar un tabique mientras nosotros estábamos trabajando físicamente allí, porque ya no cabíamos y había que ampliar las oficinas.

En aquel entonces estaba trabajando para un cliente que llevaba a cabo un proyecto en Libia de construcción de tuberías por el desierto para hacer llegar agua a distintos puntos geográficos. Pero llegó la Primavera Árabe, estalló la guerra y el proyecto se quedó a medias sin poder finalizarse.

Y, justo en ese momento, Grupo Antolin nos solicitó una consultoría para la migración de una de sus aplicaciones, la de gestión y monitorización de la producción, hacia una nueva más moderna y con más funcionalidades. Inicialmente, yo debía estar solo 3 meses trabajando en ese proyecto, pero finalmente fueron más de 8 años. En las oficinas centrales de Keyland en Burgos, había todo un grupo de desarrolladores en torno a Blade, la nueva aplicación, y yo estaba encargada de dar soporte en las propias instalaciones de Antolin.

¿Y después de esos 8 años dedicada a Blade en Antolin, qué paso?

Pues tuve a mi primera niña en 2014, y después de la baja de maternidad me incorporé de nuevo al servicio de soporte de Blade en Antolin con horario reducido, y contenta por poder balancear de esa manera vida privada y vida profesional.

Pero ya en 2018 cuando tuve a mi segunda hija, necesitaba un cambio y me pasé al Departamento de Desarrollo de Keyland en nuestras oficinas de Burgos. Fue muy positivo porque mi trabajo en sí giraba en torno a la misma aplicación, Blade, formaba parte de un equipo de compañeros maravillosos y disfrutaba de la política de conciliación familiar que Keyland lleva a cabo desde hace muchos años.

Recientemente has sido promocionada a Business Unit Manager de Base Instalada. ¿Cuál está siendo tu experiencia?

Sí, efectivamente, a principios de 2024, Carmen Iglesias, nuestra CEO, me propuso ocupar el puesto de responsable de Base Instalada. Me pidió que le echara una mano en la gestión de esta unidad de negocio que se encarga de clientes existentes donde tenemos aplicaciones de desarrollo propio instaladas.

Desde entonces, el departamento ha crecido mucho ya que ha absorbido entre tanto los equipos de desarrollo de otras soluciones Keyland, como Digital Process, software para la digitalización de plantas industriales, o Remote, que permite el soporte remoto en tiempo real a operarios.

Conseguimos además 3 grandes proyectos de implantación de la solución Digital Process: Kronospan, CSV Sistemas y Michelin, gracias a nuestra calificación como consultora homologada para las subvenciones del programa Activa Industria 4.0. Es una solución a la que le queremos dar un empujón en el mercado, ya que responde a las necesidades de muchos clientes industriales. Porque eliminar el papel en fábrica ofrece numerosos beneficios, no solo desde el punto de la sostenibilidad, sino también de la eficiencia y la productividad.

¿A nivel profesional te está gustando la gestión? ¿Cómo te gustaría evolucionar en un futuro próximo?

En realidad, estoy un poco en todo porque además de gestionar la unidad de negocio y el equipo (actualmente, somos 11), también puntualmente sigo realizando tareas de análisis funcional y de desarrollo.

Me gustaría poder dedicarme plenamente a la gestión ya que ha sido todo un descubrimiento para mí. Me gusta tratar con la gente, hablar con el equipo, mantener reuniones cada cierto tiempo para ver si puedo ayudarles en algo, en fin, todo ese lado humano de la gestión. Aunque ya sabes tiene esa parte en la que cuando hay un problema todo el mundo te viene a ti, y hay días mejores y otros peores 😊.

Y luego está la parte de gestión y seguimiento de los proyectos desde el punto operacional y financiero, ¡todo un mundo nuevo para mí!

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